Cuando decidimos poner en marcha un negocio, o ya nos hemos lanzado a la aventura, siempre son muchas las dudas y cuestiones a tener en cuenta. Entre ellas, si será o no rentable o, más bien, qué hay que hacer para que sea rentable, que genere beneficios y no pérdidas.
Es decir, ¿cómo controlo la rentabilidad de mi empresa, servicio o producto? Para empezar, Beatriz Chagoyen, asesora de empresas y emprendedores, indicó durante su taller #JuevesForSM algunas de las medidas más eficaces para conseguir esta rentabilidad.
Entre ellas se encuentran:
- Redefinir la estrategia: ¿cuál es tu propuesta de valor?
- Gestionar la caja: rentabilidad y morosidad.
- Innovar ante las nuevas necesidades de los clientes.
- Focalizar en los buenos clientes y productos.
- Vender es la clave, pero minimizando riesgos y costes.
- No bajar los precios indiscriminadamente: hay que mantenerlos o subirlos.
- Producir solo lo que se vende y mejorar la productividad: saber lo que el cliente demanda.
- Mejorar la gestión de compras.

Foto: Edorta Salvador
De estas medidas destaca el hecho de conocer los clientes y los productos más rentables de la empresa. Además, Chagoyen subrayó dos conceptos a tener en cuenta y que no hay que confundir ni mezclar cuando se habla de contabilidad.
Por un lado, la contabilidad financiera, aquella que considera las cuentas, los ingresos y ganancias… según establece la ley. Es la que busca exactitud en el cálculo de resultado. Y por el otro, la contabilidad analítica, la que nos muestra dónde gano o pierdo dinero, etc. Es decir, analiza la información para tomar las medidas más adecuadas para mejorar. Busca la utilidad, eficiencia y rapidez en la toma de decisiones.
Costes fijos vs. Costes variables
¿Qué es rentabilidad?, ¿Qué margen tengo o utilizo? Cuando hablamos de estos conceptos, es decir, cuando queremos hallar estas cifras, solo hay que tener en cuenta los costes variables. Son los que hay que tener en cuenta si estamos pensando en eliminar un servicio que no es beneficioso. Los costes fijos se mantienen tengamos dos o cuatro productos, por ello los variables son los que nos indican si es rentable la supresión de ese servicio o producto o, por el contrario, esto traerá más gastos.
Los costes variables se cubren con el precio. Y los costes fijos se cubren con las unidades vendidas. La ecuación es sencilla: precio – costes variables = margen. Si es positivo, ganancias. Si es negativo, pérdidas.
Texto: Sara Ancín
Vídeo: Edorta Salvador